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Conecta al futuro.
Cambia a eléctrico.

La contaminación que producen los camiones diésel pone en riesgo miles de vidas alrededor del mundo. Los fabricantes de camiones tienen el poder de cambiar esta realidad, pero para ello, necesitan actuar más rápido. Es hora de que la industria cambie de dirección y haga de los camiones eléctricos en el nuevo estándar - limpios, seguros, mejores. El cambio comienza aquí.
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DAÑOS DEL DIÉSEL

¿Alguna vez has estado en el tráfico detrás de un gran camión o pasado por una zona llena de camiones? Puedes oler el humo que sale del escape y sabes que te hace daño. Para algunas personas - como quienes viven cerca de puertos, carreteras o quienes manejan estos camiones - respirar este aire sucio es una realidad diaria y continua. No tienen salida.

De una u otra forma, el humo del diésel afecta a todas las personas. Además de contaminar el aire que respiramos, acelera la crisis climática que trae inundaciones, incendios forestales y otros desastres naturales.

IMPACTOS EN LA SALUD

Diésel: nocivo para nuestra salud

Los grandes camiones diésel—como los de reparto, los de la basura y los semirremolques—generan una parte importante de la contaminación relacionada con el asma, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

El riesgo es aún mayor para quienes viven y trabajan cerca de estos camiones. Las personas que los manejan respiran estos humos tóxicos a diario. Los trabajadores de construcción y dentro de las minas están rodeados de gases nocivos en las obras. Las familias que viven cerca de autopistas, almacenes o puertos están constantemente expuestas a contaminación que daña su salud y su calidad de vida.

107,600
Muertes prematuras en 2015 se asociaron a las emisiones de NOx producidas diésel en 11 grandes mercados estudiados. (ICCT)
40%
Más riesgo de cáncer pulmonar en trabajadores expuestos a grandes concentraciones de humo causado por el diésel.. (WHO)
11,000
casos de asma en niños al día están relacionados a contaminantes del aire producidos principalmente por vehículos diésel. (The Lancet, 2019)
A woman reacts to her damaged home after Hurricane Milton in Wellington, Florida, on Wednesday. Photo by Bill Ingram/Palm Beach Post/Reuters.

CAMBIO CLIMÁTICO

Desastres sobre ruedas

Por si los efectos sobre la salud no fueran suficientes, los camiones diésel también están alimentando la crisis climática. Desde inundaciones mortales en España y Brasil hasta huracanes sin precedentes en México y Florida, y voraces incendios en Grecia, el clima extremo se está intensificando, destruyendo hogares, desplazando familias y cobrando vidas.

Puede que los camiones diésel no sean lo primero que venga a la mente cuando pensamos en cambio climático, pero sus emisiones tienen un impacto enorme y duradero. Representan sólo el 3% de los vehículos en circulación, pero son responsables del 30% de las emisiones de CO₂ del transporte terrestre, además, este sector está muy lejos de alcanzar sus metas climáticas a nivel mundial. Con una vida útil que a menudo supera los 20 años, los camiones que se construyen hoy seguirán contaminando durante décadas. Debemos dar un giro de 180 grados ahora para proteger nuestra salud, nuestro mundo y nuestro futuro.

Suena terrible, sí.
Pero no tiene por qué serlo.

LA SOLUCIÓN

Camiones eléctricos

Los camiones eléctricos son una solución clave que ya está disponible - pero sólo el ≅2% de los camiones vendidos en el mundo.

¿Por qué los camiones eléctricos son una buena idea? Al utilizar baterías y no tener motores de combustión, no generan contaminación dañina desde el tubo de escape. También son más fáciles de mantener al tener menos piezas móviles, haciéndolos más económicos a largo plazo y geniales para conducir.

Para lograr esto, las empresas manufactureras de grandes camiones necesitan cambiar su estrategia y enfocarse en la producción de camiones eléctricos, y en el proceso, priorizar su venta en áreas con altos niveles de contaminación, proteger a las personas trabajadoras e invertir en una cadena de suministro libre de combustibles fósiles que sea equitativa. Solo así se puede asegurar una transición justa y sostenible. La pregunta no es si habrá una transición - la pregunta es ¿cuándo, cómo y quién la llevará a cabo?

Para lograrlo, los fabricantes de camiones deben garantizar una transición rápida, justa y sostenible a camiones eléctricos, dando prioridad a las zonas contaminadas, protegiendo a los trabajadores y desarrollando una cadena de suministro equitativa y libre de combustibles fósiles. La pregunta no es si habrá una transición, sino cuándo y cómo será; y quién la liderará.

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Hacemos un llamado a Volvo y Daimler, dos de las empresas más grandes y poderosas del mundo, a liderar una transición justa a camiones eléctricos ahora.
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¿Por qué Volvo y Daimler?

Porque están al volante de la industria. Con presencia en más de 100 países, influencia global sobre ventas y regulaciones, y millones de dólares en ingresos, tienen el poder de liderar el cambio. Y mientras muestran señales de transición en la dirección correcta, el mundo necesita más acción - y más rápido.

Statistic logo

Company Name: Volvo Group
Owned brands: Volvo Trucks, Mack Trucks, Renault Trucks
Joint ventures: Dongfeng, Eicher Motor

Below numbers based on SEK to EUR exchange rate Dec 2024.
€47,992M

Ventas netas reportadas

€4,335M

Utilidades netas reportadas

246,270

Total de unidades vendidas

3,523

Camiones eléctricos en

1.4%

Camiones eléctricos menos del 2% de las ventas

Statistic logo

Company name: Daimler Truck
Owned brands:
 Mercedes-Benz, Freightliner, Western Star, Mitsubishi FUSO, BharatBenz, Rizon
Joint venture: Hino*

€55,890M

Ventas netas reportadas

€3,971M

Utilidades netas reportadas

526,053

Total de unidades vendidas

3,443

Camiones eléctricos en

0.65%

Camiones eléctricos menos de 1% de las ventas

¿No hay otros productores?
Sí, pero Volvo y Daimler tienen:

Liderazgo del mercado

Con ingresos extraordinarios y marcas poderosas, Volvo y Daimler no son sólo gigantes del transporte pesado, son pioneros que marcan la pauta para todo el sector.

Compromisos atrasados

Volvo y Daimler han hecho promesas ambiciosas para electrificar y liderar la transición a tecnologías más limpias, diferenciándose de otros fabricantes de camiones. Aunque se han logrado algunos avances, no han sido lo suficientemente rápidos. Aún queda un largo camino por recorrer para que logren alcanzar sus compromisos.

Alineación estrecha

Volvo y Daimler han sumado recursos y forjado alianzas en proyectos clave: algunos alentadores, como la infraestructura de recarga, otros no tanto, como las inversiones en alternativas cuestionables e incidencia para detener regulaciones contra el cambio climático. Deben utilizar su poder conjunto para acelerar la electrificación.

Influencia Inigualable

Con presencia en los cinco continentes, Volvo y Daimler moldean las políticas y normativas públicas, lo que les da poder para transformar los mercados e impulsar el cambio en todo el mundo.

DOBLE MORAL

Es hora de dejarse de rodeos

Volvo Group se ha comprometido al 35% en ventas de camiones emisiones cero para el 2030, mientras que Daimler Truck ha prometido hasta un 60%, pero sólo en la Unión Europea, EE.UU. y Japón. Sin embargo, sus ventas actuales de camiones eléctricos siguen siendo inferiores al 2% y sus acciones no corresponden a sus compromisos.

Mientras promueven públicamente la electrificación y aceptan millones en fondos públicos para ello, también presionan para debilitar normativas sobre emisiones en EE.UU. y retrasan el progreso en otros lugares. Por ejemplo, Volvo anunció una nueva planta de camiones «convencionales» (es decir, diésel) en México, que dará servicio a Norteamérica y Latinoamérica a partir de 2026, lo que supone una clara contradicción con sus objetivos de emisiones cero.

Al mismo tiempo, siguen invirtiendo en distracciones peligrosas como el gas natural comprimido (GNC) y el gas natural licuado (GNL), los biocombustibles y el hidrógeno, tecnologías que están restando tiempo y recursos valiosos a la puesta en circulación de camiones eléctricos.

¿Es realmente posible?
Sí.

Sin embargo, los conceptos erróneos sobre el coste, la infraestructura y la viabilidad -en ocasiones perpetuados por Volvo y Daimler- están impidiendo el progreso. Exploremos los hechos.

costo

“Los camiones eléctricos pueden (y deben) ser asequibles.”

El costo de la tecnología de vehículos eléctricos está disminuyendo rápidamente. Los precios de las baterías se han reducido hasta un 90% en la última década. Estudios demuestran que, en algunos casos, el costo total de poseer un vehículo eléctrico es ya menor que uno de diésel, y estos costos siguen bajando.

Para alcanzar precios accesibles, los mercados deben estar listos para comprar este tipo de camiones. Sin embargo, en Estados Unidos y otros mercados, Volvo y Daimler están debilitando y luchando en contra de regulaciones críticas que están diseñadas para hacer esto posible.

infraestructura

“La recarga de grandes camiones es posible (aún más con la inversión de los grandes productores de camiones).”

Volvo y Daimler afirman que la infraestructura para la recarga de camiones eléctricos no está lista, sin embargo, apuestan por tecnologías como el hidrógeno, las cuales tienen mucha menos infraestructura y mayores obstáculos de crecimiento. Además, tienen los recursos, influencia y capacidad para organizar - hasta invertir en - parte de la infraestructura necesaria para dejar de producir camiones contaminantes.

Volvo y Daimler apoyan la infraestructura de recarga en algunos lugares: más en Europa y algo en EE.UU. Si sus compromisos son serios, ¿por qué no persiguen un alto nivel allí donde se venden sus camiones?

rango

“La mayoría de los camiones podrían ser reemplazados por versiones eléctricas hoy; y las distancias que pueden recorrer sin detenerse continúan creciendo”.

Los modelos actuales de camiones eléctricos tienen capacidades que exceden las 300+ km por carga - más que suficiente para entregas regionales que constituyen la mayor parte del transporte de mercancías. Y la tecnología de las baterías está avanzando rápidamente.

Ambas compañías han anunciado, e incluso lanzado, camiones con baterías que exceden los 500 km. Esta es la prueba de que son capaces de producir este tipo de camiones en todo el mundo. Pero entonces, ¿por qué siguen empujando gas natural o biocombustibles fuera de la Unión Europea?

mantenimiento

“El cambio ya está en proceso porque es un buen negocio”.

Los camiones eléctricos tienen menos piezas móviles, requieren menos mantenimiento y sufren menos averías que los de diésel. Esto se traduce en menos tiempo de inactividad y menores costes operativos a lo largo del tiempo, y a los conductores les encanta manejarlos.

Grandes empresas como Pepsico, UPS y FedEx ya están desplegando camiones eléctricos en EE.UU., mientras que IKEA y DHL han integrado camiones eléctricos en Europa. En Brasil, empresas como Ambev también han empezado a utilizar camiones eléctricos para reducir las emisiones y aumentar la eficiencia.

Volvo y Daimler deben asegurarse de que los productos necesarios para este cambio estén disponibles para quienes estén dispuestos a actuar ahora, y promover la venta y soporte alrededor de los camiones eléctricos para que todos los operadores de flotas, grandes y pequeños, puedan adoptarlos.

sostenibilidad

“Hoy, los camiones eléctricos son la tecnología más limpia para sustituir el diésel”.

Los camiones eléctricos son económicamente viables y además protegen la salud y el medio ambiente. No emiten gases del tubo de escape, tienen el mayor potencial de producción responsable y son la única solución que puede lograr una circularidad casi total, lo que, en conjunto, puede reducir en gran medida el impacto de la fabricación de camiones. 

Algunas empresas se han comprometido únicamente a fabricar camiones eléctricos, pero Volvo y Daimler han asumido una serie de compromisos de « emisiones cero» que incluyen camiones eléctricos, pero también soluciones cuestionables como los biocombustibles y el hidrógeno.

Es hora de que los camiones eléctricos se apoderen de la industria. Volvo y Daimler deben liderar la revolución.

El diésel puede parecer rentable ahora, pero tiene los días contados y sus emisiones provocan crisis sanitarias y climáticas. Necesitamos camiones limpios y accesibles en todo el mundo: por nuestra salud, por el planeta y por el futuro de la industria; por quienes conducen los camiones y las pequeñas empresas, por las personas trabajadoras y por las comunidades que viven invadidas por la contaminación.

 Esto va más allá de electrificar los vehículos; se trata de que la industria avance hacia camiones realmente limpios y accesibles en todas las partes del mundo, fabricados por trabajadores bien remunerados cuyos derechos se respeten, y de garantizar una cadena de suministro sostenible y equitativa.

alarm clock
Recarga el futuro
AHORA.

Es mucho lo que está en juego, Volvo y Daimler no deben esperar. Las decisiones que se tomen hoy marcarán nuestro futuro. Empezar ahora garantizará beneficios por generaciones.

No hay más tiempo que perder, pisemos el acelerador hacia un mundo más limpio y justo.

Volvo y Daimler deben liderar una transición justa hacia camiones de emisiones cero ahora.

Acelerar la transición del 100% de sus ventas a camiones de emisiones cero para 2040 a nivel global

  • Ventas: Comprometerse al 100% de ventas de camiones con cero emisiones para 2035 en mercados líderes y para 2040 en el resto de los mercados, estableciendo objetivos intermedios.
  • Inversiones: Respaldar sus compromisos con las inversiones necesarias para escalar la producción y reducir los precios de camiones de emisiones cero en todos los mercados, informando su progreso anual.
  • Impulsar, no detener: Impulsar políticas públicas efectivas – principalmente normativas sobre la oferta – que lleven a la industria a una transformación total generando certidumbre en el mercado; y abstenerse de esfuerzos para revertirlas.

Impulsar a un sector de emisiones cero que funcione para todas las personas

  • Comunidades y conductores afectados por la contaminación: Priorizar las ventas de camiones eléctricos y las inversiones en infraestructura de carga en lugares con alta concentración de contaminación para lograr beneficios inmediatos en la salud.
  • Pequeños operadores: Crear productos y servicios financieros para asegurar camiones de emisiones cero que sean accesibles, asequibles y con transparencia sobre los precios.
  • Personas trabajadoras: Respetar los derechos de las personas trabajadoras, incluyendo el derecho a formar parte de un sindicato. Retener, reentrenar y pagar justamente a los trabajadores.
  • Cadena de suministro: Entablar negociaciones justas con todos los actores ligados a la cadena de suministro, incluyendo titulares de derecho, como son comunidades locales y poblaciones indígenas, asegurando así el respeto a sus derechos y sus tierras.

Fomentar la infraestructura y ecosistema necesarios para producir a escala

  • Infraestructura de carga: Desarrollar, invertir y apoyar iniciativas y políticas para desplegar infraestructura de carga y mejoras en la red eléctrica.
  • Energía limpia: Invertir y abogar por el desarrollo y uso de energía renovable para la carga y la fabricación, basada en principios de transición justa.
  • Cadena de suministro: Invertir y abogar por un abastecimiento sostenible y libre de combustibles fósiles, así como por la circularidad.

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